Israel reanuda el alto al fuego tras ataques que dejaron 26 muertos en Gaza

El Ejército de Israel anunció la noche del sábado la reanudación del alto al fuego en la Franja de Gaza, tras una nueva escalada de violencia que dejó al menos 26 personas muertas, entre ellas civiles palestinos, según las autoridades locales.

El repunte de los combates se produjo luego de que militantes de Hamás atacaran una unidad militar israelí en la zona de Rafá, en el sur del enclave, lo que provocó la muerte de dos soldados. En respuesta, las fuerzas israelíes lanzaron una serie de bombardeos aéreos y de artillería sobre distintos puntos del territorio gazatí, lo que interrumpió temporalmente la tregua alcanzada a principios de semana.

Tras varias horas de tensión, y bajo presión diplomática internacional, Israel anunció que se reactivaba el cese de hostilidades, permitiendo nuevamente la entrada de ayuda humanitaria, combustible y medicinas a través del paso fronterizo de Kerem Shalom.

El primer ministro Benjamín Netanyahu defendió la ofensiva como una “respuesta legítima” a lo que calificó de “violación flagrante” del alto al fuego por parte de Hamás, aunque aseguró que su gobierno mantiene el compromiso con las negociaciones impulsadas por Egipto, Catar y Estados Unidos.

Por su parte, Hamás negó su responsabilidad directa en los ataques y acusó a Israel de haber reaccionado de manera desproporcionada. El movimiento islamista insistió en que respeta los acuerdos de tregua “siempre que se respeten las condiciones humanitarias básicas”.

Organismos internacionales han advertido que la situación en Gaza sigue siendo crítica. Miles de personas permanecen desplazadas, los hospitales funcionan con recursos mínimos y los cortes de electricidad agravan la emergencia sanitaria. La ONU reiteró su llamado a garantizar la entrada continua de suministros y a respetar las normas del derecho internacional humanitario.

Aunque el cese al fuego vuelve a ofrecer un respiro temporal, analistas coinciden en que la tregua es frágil y reversible. La falta de un acuerdo político de fondo y la persistencia de ataques aislados en el norte del enclave hacen temer un nuevo colapso del alto al fuego en los próximos días.